Somos un espacio abierto a la propuesta y al debate para enriquecer el desarrollo sostenible de la humanidad. Quienes conformamos este proyecto estamos convencidos de que después de todo, los países industrializados cayeron en la cuenta de que ya no pueden continuar con la depredación de la naturaleza, aunque esto sólo lo aceptan en términos formales, en declaraciones instituidas por los organismos internacionales encargados de regular las relaciones entre los Estados, se cumplan o no.
El daño causado al planeta en los poco más de 200 años del desarrollo industrial de la humanidad, a estas alturas de la modernidad es irreversible y la posible recuperación del hábitat mundial, en caso de que se detuviera hoy mismo la explotación irracional de los recursos naturales, tardará millones de años.
Pero esto, de ninguna manera significa que los seres humanos tenemos que quedarnos con los brazos cruzados y ser sólo observadores de piedra para ver cómo un grupo de empresas multinacionales acumulan riqueza a costa de la existencia misma de la vida sobre la faz de la Tierra.
Tampoco debemos caer en el juego perverso de la mercadotecnia global en el que se nos sataniza parejo a todos y todas las personas de la sociedad mundial, de ser responsables del daño ocasionado al planeta. Esa es una postura infantil creada por las empresas y los gobiernos que se benefician todos los días con la explotación de los recursos naturales y pretenden hacernos creer que al ser consumidores cautivos de sus mercancías y políticas públicas, resultamos los actores principales de la catástrofe.
La responsabilidad que debemos asumir en este tema es el de no quedarnos callados y permanecer apáticos ante tan cruda realidad que cada día es más palpable y contundente.
En la estrategia mediática de las grandes empresas se han estructurados conceptos confusos para decirnos cómo y qué hacer para detener el problema que ellas han generado pero de ninguna manera han sometido esas decisiones al criterio de la sociedad, de los pueblos mayormente afectados por la explotación y contaminación del planeta.
Por años, y todavía, se ha utilizado el concepto “sustentable” para identificar las acciones que revertirán el daño a la naturaleza, aunque eso no sea cierto. Desde el origen de la palabra está el error, puesto que ésta no existe en el español, pero tampoco se explica que el término fue tomado del inglés sustainable y castellanizado como “sustentable”, aunque la traducción sea “sostenible”.
El utilizar los términos de manera indistinta, aunque no sean compatibles, podría pasar desapercibido: sus consecuencias, no. Al hablar de sustentable la acepción se utiliza para centrar la atención en el entorno como lo más importante para ser atendido y frenar la depredación de la naturaleza, de tal modo que al crear, por ejemplo, instrumentos como los bonos de carbono ya se consideran acciones sustentables. Y todo se reduce a un problema meramente ambiental.
Sin embargo, los bonos de carbono no significan que se deje de generar gases de efecto invernadero (GEI), puesto que son un forma de bursatilización de la contaminación.
Así, las grandes empresas de los países industrializados compran bonos (papel) que no son otra cosa que certificados emitidos por empresas no contaminantes en los países en desarrollo que garantizan que sus procesos productivos no emiten GEI y en esa misma proporción del valor de los bonos, traducidos a toneladas de gases contaminantes, las grandes empresas adquirientes en sus industrias pueden seguir expulsándolos a la atmósfera.
Esto es un ejemplo de cómo con la aplicación del concepto sustentable, todo el problema de la depredación del planeta se remite a algo que sólo es una parte del problema generado; se deja, en realidad, de lado grandes problemas que se derivan de ello. Tales como pobreza, guerras, desigualdad, violencia, discriminación, analfabetismo, insalubridad; fenómenos socioeconómicos éstos que iremos desglosando al tiempo en este espacio.
Es por ello que el hecho de que Naciones Unidas en su 70 Asamblea General (septiembre 2015) haya incorporado en sus acciones para los próximos 15 años, como meta fundamental, cumplir con un Desarrollo Sostenible, aunque en algunos de sus planteamientos se deja sentir un algo de demagogia institucional, resulta una postura vanguardista que se debe nutrir con la participación de la sociedad en su conjunto.
Lo importante del planteamiento de la ONU es haber situado al ser humano en el centro de las acciones a realizarse en los próximos años para abatir los graves problemas señalados y que hoy vive la humanidad y que tienen que ver de manera directa con la depredación de la naturaleza, ocasionada por las grandes empresas multinacionales y los Estados y gobiernos complacientes con ellas.
Ante tal situación, un grupo de profesionales de la comunicación comprometidos con el desarrollo sostenible, no de hoy, sino de toda la vida, asumimos el reto de impulsar un medio de información como un espacio para el debate, reflexión, crítica y aportación de ideas, desde la óptica del libre pensamiento responsable y honesto, encaminado a contribuir con dicho propósito.
Es así que concebimos iniciar el trabajo, que será el derrotero de hoy para el futuro, en este sitio SOStenible, convencidos de que todas y cada una de las actividades humanas están directamente vinculadas a la sostenibilidad de la reproducción humana y del propio planeta.
Juan Danell Sánchez, Daniel Cruz Fierro, Ernesto Perea Trueba e Ixbalanqué Danell Pérez, agradecemos el tiempo y la preferencia de dedicar un espacio en su vida cotidiana, amigos lectores, a revisar nuestros materiales publicados y esperamos contar con sus comentarios, pues esto es fundamental para enriquecer todo proyecto en el terreno de la comunicación y la sostenibilidad del desarrollo y evolución de la humanidad.