Honduras: Paro Cívico contra el Fraude Electoral

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Por Javier Suazo ⁄ FOTO: pixabay

ALAI AMLATINA.- Algo que era imposible en materia estadística, a criterio de analistas y futurólogos del Partido Nacional, caso de Chano Rivera y Ebal Díaz, se está dando en Honduras. El Partido Nacional de Honduras con Juan Orlando Hernández (JOH) a la cabeza, presenta documentación donde él gana las elecciones generales del 26 de noviembre y no Salvador Nasralla de la Alianza Opositora contra la Dictadura, aun cuando después de haberse escrutado el 60% de las actas válidas, el triunfo le favorecía a este último por un margen de 5%.

Después de la primer declaratoria sobre las elecciones en Honduras por miembros del Tribunal Nacional Electoral (TNE), su presidente, David Matamoros Batson, militante de dicho partido político, anunció que ya no se darán más resultados hasta que se tenga el 100% de las actas, lo que sucederá el jueves 30 de noviembre de 2017; hoy se habla que puede ser la semana próxima. Sin embargo, en las páginas del TNE siguieron aparecieron actas cuyos resultados dan como ganador a JOH con un margen de menos de 1%. El Ingeniero Salvador Nasralla denunció que David Matamoros autorizó solo la promulgación de actas donde los resultados le favorecen a JOH, dejando para nueva orden aquellas que le favorecen a él, caso de los departamentos y centros de mayor población urbana y joven.

Salvador Nasralla de buena Fe, firmó un acuerdo con miembros de la OEA encabezados por el golpista Jorge Quiroga, donde se compromete a respetar los resultados del TNE siempre y cuando se respeten los números de las actas en poder de todos, pero seguidamente los miembros del Tribunal Electoral conformado por miembros del Partido Nacional, Democracia Cristiana (cuyo dueño es Arturo Corrales Álvarez, el Gurú caído, Unión Democrática y el Partido Liberal), no así por representantes de miembros de los Partidos de la Alianza ( LIBRE, PINU-SD y del PAC robado a Nasralla), anunciaron que el sistema se cayó, por lo que no  ingresaran nuevas actas, que para los militantes de la Alianza Opositora corresponden a departamentos y municipios donde se gana holgadamente la casilla presidencial.

El argumento de Salvador Nasralla para suscribir dicho acuerdo sin el consentimiento de las bases de la Alianza, es que JOH, una vez que alcanzara y superara a Nasralla, el TNE lo declararía Presidente. Ello, además, fue denunciado por autoridades del Partido Alianza contra la Dictadura, por lo que han llamado a todos los militantes para que se vengan a la ciudad capital a defender el triunfo de Nasralla, ya que se lo quieren robar con un fraude.

Ha habido protestas en todo el país, denunciado esta nueva maniobra del Partido Nacional en contubernio con miembros del Tribunal Electoral (se excluye a Ramiro Lobo de la UD) y algunos representantes de los observadores internacionales que, según el argumento de las autoridades de la Alianza, todavía no se pronuncian sobre la falta de ingreso de las actas procedentes de los departamentos y municipios donde le dan el triunfo a su candidato. Los observadores hablan y exigen mayor celeridad al TNE, pero solo se procesan actas donde JOH ganó. Nasralla exige un contento aleatorio, para evitar y no permitir un fraude electoral que solo beneficia a JOH y su grupo.

Al parecer, la suerte está echada, y el TNE con apoyo de la OEA, iglesias evangélicas fundamentalistas, cierto grupo de la empresa privada ligada a la industria maquiladora y empresas extractivas, dirigentes campesinos corruptos y la mayor parte de los medios televisivos, darán a conocer resultados donde JOH gana por poco margen, pero gana. En el caso de la Embajada Americana, llama la atención su silencio cómplice, y es de esperar que reconozca a JOH como presidente de Honduras por segundo periodo consecutivo, aunque sea una elección ilegitima, y su gobierno haya sido cuestionado por actos de corrupción.

Todos estos elementos, permiten argumentar que en Honduras se está fraguando un fraude electoral de magnitudes insospechables para la economía y sociedad hondureña. El calificativo político es el de Golpe Técnico o de Mano Blanda, ya que lo poderes seguirán funcionando, pero la voluntad popular ha sido de nuevo burlada. Muestran además una institucionalidad electoral viciada y corrupta, que responde al interés de grupos y poderes fácticos, más que a los deseos y manifestaciones de los electores.

Si este robo de una elección presidencial se consuma, los dirigentes de la Alianza Opositora deben convocar a un Paro Cívico a toda la población hondureña para protestar de dicha forma en contra del fraude. Igualmente, en aquellos casos donde existe alteración de actas, pedir un conteo público por urna y municipio con representación de ellos y observadores independientes. El paro cívico es una forma de protesta pacífica de la mayor parte de la población que rechaza el continuismo ilegitimo de JOH y el robo de las elecciones a Salvador Nasralla. El coteo, para demostrar que su lucha ha sido limpia.

Este fraude y las denuncias que vienen de todo el país, deben ser documentados y trasladados a la Fiscalía General de la Republica, para que proceda de oficio, igual a la Corte Suprema de Justicia. A criterio de miembros del equipo antifraude del Partido de Alianza contra la Dictadura, no importa que dichas instituciones sean controladas por el Presidente de la Republica, lo que importante es mostrar la evidencia del zarpazo a la democracia y que sirva de evidencia para que el mundo se pronuncie en contra de esta práctica corrupta y antidemocrática.

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